Rosa Morada

La Metropolitana x Loquat Magazine

01/06/2022

Los árboles han sido desde tiempos inmemorables, el soporte en el que los seres humanos desarrollamos aquello que hoy nos distingue del resto de los organismos con los que cohabitamos este planeta es decir, la civilización.

No podemos perder de vista que nuestra viabilidad está profundamente relacionada a los árboles ya que nuestro proceso respiratorio es simbiótico con el de ellos y que además de esto, los árboles ejercen funciones fundamentales para la vida como lo son la producción de oxígeno, captación del agua, protección del suelo y captura de carbono. Sin embargo, también nos brindan servicios relacionados con la estética y la cultura.

De todos estos majestuosos organismos, el árbol Tabebuia rosea, o rosa morada, ha sido ampliamente usado para embellecer los paisajes en las ciudades y en la producción de muebles, debido a la belleza y propiedades de su madera.

Es un árbol de la familia de las bignoniáceas, nativo de México y otras regiones de Centroamérica. De manera natural se encuentra en distintos bosques tropicales y en algunas islas del Caribe. Llega a medir 20 metros de altura, aunque en su hábitat nativo puede superar los 35 m. Su tronco es corto de corteza grisácea y sus grandes hojas forman un follaje espeso en el que contrastan las flores que produce. Su floración es un espectáculo, las flores duran cerca de 4 días nada más y se agrupan en llamativos racimos que van del color rosa pálido a un rosa intenso casi morado.

La rosa morada, también conocida en México como “roble mexicano”, es popular por su alta calidad. Podemos encontrarla en la vertiente del Golfo; desde el sur de Tamaulipas, el norte de Puebla y Veracruz, hasta el norte de Chiapas y sur de Campeche, ubicaciones que resultan esenciales para desarrollar una de sus grandes características: la resistencia a la humedad.

Su densidad y peso medio, han convertido a la rosa morada en una opción ideal para la ebanistería, trabajos precisos y excelentes maquinados, cuya más grande cualidad es, sin duda, la estética: su color y veteado plumoso conformado por una albura clara y uniforme, que genera contraste con un duramen esbelto y rítmico que crece alrededor de los nudos de la madera.

Esta madera una de las especies más apreciadas por la silvicultura, ha encontrado un lugar único en el diseño mexicano. Dentro de la Metropolitana, ha sido un material predilecto, cuyo valor y significado permanece en distintas piezas de nuestra colección. Sin embargo, a través de una constante investigación, hemos identificado que, debido a su popularidad en los últimos años y la falta de políticas que regularicen su uso, se encuentra en un estado crítico de sobreexplotación.

Por ello, hemos iniciado una transición al uso de maderas duras americanas, como parte de una estrategia de uso consciente de las materias primas. Hoy más que nunca, evitar el uso tendencioso y utilizar de manera responsable esta madera resulta primordial.

Rosa Morada

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